Hoy Juan F. Morillo nos lleva a callejear por Toronto, la ciudad más poblada de Canadá, con grandes contrastes y corazón de toda su fuerza industrial y financiera.
De ella me comenta que es una ciudad supermoderna, en la que se han construido centenares de rascacielos enormes y que siguen construyendo, sin que afecte al tránsito de coches, ni a la ciudad peatonal que pasa por sus calles.
Me comenta que llegaron un viernes, justo a la hora en que cierran sus oficinas y vieron una desbandada de oficinistas y miniejecutivos. Ellas corriendo todas con sus vestidos de trabajo a la última, y ellos encorbatados hacia la estación central, para disfrutar de su "supongo" más que ganado weekend tras una semana de mucho stress.
Daba pena verles abalanzándose a centenares sobre ti, cuando se ponía el semáforo en verde. Aunque afortunadamente, los músicos ese día tuvieron su día fuerte con las propinas que les dan los que abandonan su gueto de trabajo y van en busca de sitios con menos intensidad.
Músico callejero
En Toronto se encuentra la Torre Nacional de Canadá o simplemente Torre CN, una estructura no sostenida por cables en tierra firme, la quinta más alta del mundo, con una altura de 553,33 metros, y la más alta de América. Cuenta con un observatorio ubicado a los 447 m, siendo éste el tercero más alto del mundo también. Está considerada como una de las Siete Maravillas del Mundo moderno por parte de la Sociedad Americana de Ingenieros Civiles.
En el 181 de Bay Street se ha construido el Bay Wellington Tower, y en las galerías de su entrada está la fachada del edificio que fue sede del Commercial Bank, luego Banco de Montreal. La fachada del edificio fue desmontada piedra a piedra, restaurada y reconstruida tal como estaba cuando abrió sus puertas en 1845 en su sitio original, en 13-15 de Wellington Street, en su lugar original que hoy ocupan las galerías de la planta principal del edificio. Todo esto lo pone en la placa que la adorna. Es poco, pero a mí en Toronto me hizo feliz
Ciudad que también respeta sus edificios antiguos
Y te preguntarás, el porqué a Juan le hizo feliz encontrar algo relacionado con el Nº 13, pues es debido a que siempre que viaja busca una puerta con la numeración 13 para mi blog https://puertas13.blogspot.com.es/
Parte de una de las 10 esculturas espalhadas que hay en Toronto
Y para despedirme, os dejo una bienvenida
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