Hoy Juan F. Morillo y Mayka nos llevan a conocer Castro Marim, localidad portuguesa con una gran tradición vinícola, en la que también Miguel de Cervantes callejeó. Eso se sabe ya que consta en el Libro Capitular de los años 1578 al 1595.
Castro Marim sufrió grandes destrozos en sus viviendas y en su iglesia mudéjar del siglo XVI, en el terremoto de Lisboa.
Castro Marim
Su casco antiguo está declarado Bien de Interés Cultural en la categoría de Conjunto Histórico-Artístico.
Dominando la parroquia civil de Castro Marim se encuentra su castillo medieval, que se construyó para defender la frontera.
Interior del Recinto
Torres Cilíndricas
En el interior del recito del castillo, junto a la torre homenaje se encuentra la iglesia de Santiago del siglo XIV que formó parte del Convento dos Cavaleiros de la Orden de Cristo. En 1505 fue transformada en cuartel.
Calles empedradas
Silla de la Inquisición
Desde las murallas del castillo se pueden ver las salinas, el río Guadiana y el Puente Internacional que une España con Portugal
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