A los pies de la Montaña Sagrada se encuentra Tefia, pueblo Canario, que también Juan F. Morillo visitó, y del que nos muestra estas bonitas imágenes, junto con una interesante información.
Tefia es un pueblo que está ubicado en el municipio de Puerto del Rosario,
ofrece onduladas llanuras y la posibilidad de visitar a los antiguos molinos de
gofio, alimento que formaba parte de fundamental de la dieta canaria. Destaca
especialmente por su ermita y por el conjunto de La Alcogida.
Ermita de Nuestra Señora de la Caridad
Visitar La Alcogida es adentrarse en la forma de vida de los
campesinos majoreros hasta hace unas décadas. Son casas de piedra, albeadas con
cal y techadas a dos aguas con techos de torta (mezcla de agua, tierra y paja)
que es lo que origina que en invierno con las lluvias las paredes obtengan ese
aspecto añejo. En la época de verano las paredes se vuelven a pintar para
volver a lucir su blanco impoluto.
La ermita de San Agustín data de 1713 y aunque la primera
fábrica fue bastante modesta, las distintas remodelaciones y ampliaciones que
ha sufrido la ermita a lo largo del tiempo han dado como resultado la imagen
que hoy podemos observar. La fachada es de influencia mudéjar, la puerta se
enmarca dentro de un alfiz realizado en cantería y pintado de blanco; con este
material también se realiza la espadaña que se coloca en la parte superior
izquierda del hastial. La barbacana se construye en el siglo XVIII y cuenta con tres puertas de cantería
vista rematadas en arco de medio punto,
alternando sus dovelas en cantería clara y oscuro.
Las viviendas fueron restauradas por el Cabildo en la década
de los noventa y acogen un espacio museístico en el que se puede conocer los
valores etnográficos de la cultura majorera. Cada una de las casas conserva el
nombre de sus antiguos propietarios. De esta manera, nos encontramos con la
casa de señor Jacinto, la de seña Herminia, la de don Teodosio Ramos, Los
Herrera y Los Cabrera, familias que, en algunos casos habitaron la zona hasta
los años setenta.
El Ecomuseo conserva el nombre que los habitantes de Tefía
daban a esta zona ya que todo el terreno se encontraba canalizado para recoger
el agua de lluvia que corría por los tableros próximos. Además, las eras,
tahonas, muladares, pajeros, gañanías y hornos de pan nos acercan los sentidos
a épocas pasadas.
En La Alcogida se puede observar cómo trabajan los artesanos
de la palma, el calado, el barro, la piedra o el telar. A escasos metros de La
Alcogida se levanta una gran construcción, obra que en otros tiempos sirvió de
primer aeropuerto de la Isla, cuartel y lugar de confinamiento para los
contrarios al régimen franquista, tema sobre el que existe abundante
literatura.
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