Lo primero que uno ve al llegar a la pedanía de Albaina es su monumental iglesia parroquial, dedicada al culto de San Miguel.
Con anterioridad, en en el mismo lugar había una iglesia de estilo medieval, que fue derruida, y sobre ella, entre los siglo XVI XVIII se construyó la actual.
Su interior alberga un retablo mayor neoclasicista, del que se desconoce el nombre de su autor, pero si se sabe que en el año 1799 se finalizó su pago.
Reloj de Sol
En el Condado de Treviño, observé que son muchas las iglesias que tienen relojes de sol. Éste en concreto es circular, con relieve de borde moldurado, y vertical a mediodía. Es obra del cantero Joaquín de Elepalde, del año 1760.
Junto a la iglesia se encuentra esta vivienda popular, y un frontón cubierto
En el año 2008, Albaina contaba con 25 habitantes, y hubo un tiempo en el que perteneció a la cuadrilla del río Samayuda.
Y también contó con varios pueblos que lo rodeaban. Pueblos que fueron abandonados, y que también contaban con sus iglesias, pero que al quedar vacíos, éstas se convirtieron en ermitas dependientes de la parroquia de San Miguel. De todas ellas tan sólo queda en pie la de Nuestra Señora del Granado, hay una tradición que cuenta que dicho pueblo desapareció por uan epidemia de cólera, y que tan sólo quedó una vecina, que decidió repartir todo lo que quedaba en el pueblo entre las localidades más cercanas. La jurisdicción se la concedió a Albaina y a Fuidío, y la campana se la dio a Laño.
Esta ermita es un templo románico, del siglo XIII, y se encuentra rodeada de un gran prado que tiene las dimensiones de su anterior despoblado. La talla sedente de la titular, de estilo gótico, S. XIII, se encuentra en la parroquia de San Miguel, pero son varias las ocasiones durante el año en la que la ermita recibe culto
La mayoría de sus casa están construidas con sillería y mampuesto y en plantas bajas
También las hay con entramado de madera y adobe
Plaza y Fuente
Y la mayoría de ellas están en torno a una calle principal en donde se encuentra esta fuente. El recuerdo que tengo de Albaina, es el sonido del agua me iba acompañando durante todo mi recorrido. Con anterioridad ya os he comentado, que el agua es una parte fundamental de la gran mayoría de los pueblos del este peculiar condado, y que la mayoría de ellos cuentan con fuentes, abrevaderos, y lavaderos. Peor aquí en Albaina era distinto, el agua estaba canalizada, y pasaba por delante de algunas de sus viviendas, y eso es debido a que en el pueblo hay varios saltos de agua, provenientes del arroyo Barruntia, que ponen en movimiento las piedras de moler, de los 4 molinos que todavía hoy en día conserva el pueblo.
Fuente 1870
Allí también vi este impresionante escudo de armas que perteneció a los Samaniego
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