El río Ebro y la Pilarica
Cuando voy a Zaragoza a acompañar a mi marido por motivos de trabajo, suelo acercarme al Ebro y pasear por su margen derecha, y tengo que deciros que cada vez lo veo distinto, ya qué como un ecosistemas que es, pues va cambiando según avanza el año.
Y eso es debido a que según la estación del año, y dependiendo de las lluvias, la fuerza del río arrastra gravas y las va depositando, formando sedimentos que son inaccesibles para las personas, pero las aves rivereñas si que las aprecian ya que las utilizan para descansar, tomar el sol y también para buscar alimentos.
Patos
También es un lugar muy apropiado para observar las diferentes aves, y ver que cada una de ellas tiene una forma distinta de pesca. Por ejemplo los cormoranes se zambullen en el agua, las gaviotas pescan al vuelo, y las garzas y garcetas se quedan quietas y cuando ven sus presas introducen rápidamente su pico en el agua. Y en los atardeceres del verano se pueden ver a las martinetas volando al atardecer
Seguro que cuando vuelva, estos sedimentos habrán desaparecido bajo el agua
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