jueves, 1 de junio de 2017

JACA - HUESCA

Catedral de Jaca 

Hace ya un tiempo, que fui yo la que os llevé a callejear por Jaca, ahora es Juan F. Morillo el que nos la muestra bajo su punto de vista y, de esta catedral me dice que sirvió de modelo para la Iglesia de San Martin de Frómista, que es exacta a escala 1:2, es decir la de Fromista medias dimensiones de la de Jaca.

Y, de Jaca dice que es una ciudad muy recoleta y cuidada que ha ganado con los años

Calle de Jaca

Junto con las fotos, Juan me ha enviado un escrito de Domingo J. Buesa Conde, que sale en la pagina de la ciudad, y es el siguiente.

"El prestigio de la ciudad de Jaca se mide tanto por su importante legado histórico como por la atención que le han dedicado nuestros escritores más notables. En el siglo XIII el rey Alfonso X el Sabio hablaba de la jacetana "Fiesta de la Victoria".

En la Plaza de la Catedral

En pleno Renacimiento, el maestro Nebrija explicaba en sus clases de Alcalá de Henares, los orígenes legendarios de la ciudad, y en los albores del siglo XX el Nobel Ramón y Cajal describía su vida en esta ciudad pirenaica. Una secuencia excepcional en la cual hay que incluir también a Miguel de Cervantes, que se refiere a las montañas de Jaca en la historia de Don Quijote, o a Miguel de Unamuno, que hace la alabanza de la Peña Oroel.


 Pero con todo lo importante que es esta presencia de la ciudad en el mundo del pensamiento hay que valorar quizás lo más notable de Jaca sea su condición de pionera en muchos momentos de la historia española. Iacca, habitada por el pueblo íbero de los iacetanos, fue la primera fortaleza conquistada por los romanos en Hispania. Jaca fue la primera capital del reino de Aragón, la primera ciudad que aclamó rey a Ramiro II el Monje, la primera ciudad que se sublevó en favor de la República en 1930, momento en el que se hizo universalmente famosa esa Calle Mayor de Jaca que con tanta pasión cantó Miguel Fleta en clave de jota.

Camino de Santiago

Jaca es una población fundamental para entender Aragón y para comprender la vocación europea de esta tierra, desde el momento en el que Sancho Ramírez la fundó a finales del siglo XI, la ennobleció con una excepcional catedral románica y la dotó de un fuero de convivencia y libertades que fue fundamental para lograr que el Camino de Santiago se consolidara como la primera vía europea por un camino arreglado por la monarquía aragonesa para convertirlo en el eje de conexión económica entre Oriente y Occidente.


Jaca es por todo ello una ciudad única, cantada por propios y extraños, un mundo apasionante visitado por reyes y peregrinos, un motor de progreso al que la monarquía española acabó galardonando -en el siglo XVIII- con los títulos de Muy Noble, Muy Leal y Muy Vencedora Ciudad de Jaca.

Domingo J. Buesa Conde


Si quieres ver cómo la vi yo pincha aquí 







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