Son muchas las veces que solemos ir a Vitoria para hacer algunas compras y, una de esas veces, cómo mi marido no encontró lo que quería, decidió ir a Pamplona. Pero no sé cómo lo hizo, que en lugar de coger la carretera de navarra, se metió en la que va a Burgos. Entonces me dijo "¡hemos cambiado de ruta!".
A mí me daba lo mismo, ya había comprado lo que quería y, como el paisaje era tan bonito, pues no me importó. No veáis la cantidad de plantaciones de adormideras que pude ver y por los pueblecitos tan bonitos que pasamos. Me dio rabia no haberme metido la cámara de fotos en el bolsillo, ya que de haberla llevado conmigo hubiese hecho un montón de fotos.
A mí me daba lo mismo, ya había comprado lo que quería y, como el paisaje era tan bonito, pues no me importó. No veáis la cantidad de plantaciones de adormideras que pude ver y por los pueblecitos tan bonitos que pasamos. Me dio rabia no haberme metido la cámara de fotos en el bolsillo, ya que de haberla llevado conmigo hubiese hecho un montón de fotos.
De repente llegamos a un sitio en el que habían muchas maderas, me pareció que eran unas excavaciones, o algunas ruinas. No entendía lo que veía, ya que era algo inmenso. Pero enseguida descubrimos que se trataba de unas salinas.
Así que aparcamos la moto y dimos un paseo. Entonces nos dimos cuenta de que estábamos en Salinas de Añana, pueblo que pertenece a la cuadrilla de Añana, en la provincia de Álava, a 30 kilómetros de Vitoria.
Como podéis apreciar, el pueblo se encuentra a la derecha de la A-2622 y las salinas a la izquierda, aunque también la iglesia de Santa María de Villacones S.XIII al XV y algunas viviendas también se encuentran en el mismo lado que las salinas. Me di cuenta de que Salinas es un pueblo turístico ya que había varios autobuses y en las salinas había un gran grupo de gente con un guía, que les mostraba todo.
Esta población fue fundada por Alfonso I en el año 1126, constituyéndose en la villa más antigua de Álava por los fueros otorgados en 1140 por Alfonso VI de Castilla.
Hoy en día estas salinas se encuentran abandonadas, pero se está pensando restaurarlas, y no sólo eso. No hace mucho, debido a su valor etnográfico y turístico han sido declaradas Monumento Histórico.
Hay documentación que nos indica que su explotación data desde el año 882. Durante la Edad Media Salinas de Añana floreció con el mercado de la sal.
Grupo escolar realizando trabajos de cómo extraer los bloques de sal
En las salinas hay manantiales de agua salada que forman el río Muera
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