Algunos de vosotros ya sabéis que viví nueve años en el Perú, concretamente en Lima y, desde hace ya algún tiempo me está rondando por la cabeza contaros mis vivencias en ese país. Comenzaré a deciros que fuimos allí por motivos de trabajo, y que fue muy inesperado.
Todo sucedió en la primavera del 94, por aquél entonces estábamos organizando nuestras vacaciones de verano, y habíamos solicitado un apartamento en Jaca, (en la empresa en donde trabaja mi marido a los empleados nos dan o nos daban, ya no sé si eso existe todavía, subvenciones en apartamentos y hoteles, para pasar las vacaciones de verano).
El motivo por el que habíamos solicitado Jaca fue porque mis dos hijos tenían dos compañeras de clase, que eran hermanas y todos los veranos pasaban en Jaca las vacaciones. Así que pensamos que sería un bonito lugar, y ellos podrías tener amigos y, cómo los Pirineos son tan bonitos, pensamos que toda esa zona sería muy interesante para hacer excursiones.
Y esperando a que nos diesen la confirmación, llegó un día del trabajo mi marido a casa, y me dijo "Ya tenemos las vacaciones", y contenta le dije ¿a Jaca? y me respondió, no más lejos, y yo un poco desilusionada le pregunté ¿a San Sebastián? (era el segundo lugar que habíamos pedido), y me dijo, no a Perú. Ya os podéis imaginar la cara de sorpresa que a mí se me quedó, no entendía a santo de qué nos íbamos tan lejos, y entonces me contó, que ese mismo día le habían llamado, y le habían propuesto ir allí a realizar un trabajo, y que en el plazo de 8 días ya tenía que estar allí, y él sin llamarme y sin consultarlo con nosotros, dijo que si.
Y si lo hizo fue porque era para un plazo de 6 meses, y como coincidía con las vacaciones del colegio de mis hijos, pensó que sería buena idea que durante ese tiempo nosotros estuviésemos allí con él. La verdad es que no era mala idea, pero así, sin más, sin saber nada de aquél país. Ahora las cosas son muy distintas, tenemos mucha información de todos los lugares, pero en aquél momento, lo único que yo conocía, o había oído hablar del Perú era el Machu Picchu, las líneas de Nazca, y que estaba Sendero Luminoso.
Fue todo muy rápido, creo recordar que era miércoles, y al lunes siguiente por la tarde ya viajó a Madrid para unirse al grupo, nosotros nos quedamos en casa, esperando tener noticias de él, y mientras tanto fui organizando nuestro viaje.
Recuerdo que lo primero que me dijo cuando me llamó fue que en Lima había mucha humedad, justo allí estaban en otoño e iba a comenzar el invierno (al revés que en España) y el Lima, aunque no os lo creáis no sale el Sol durante "todo" el invierno, y cuando digo "todo" es porque no sale, y si algún día uno de sus rayos atraviesa una nube es algo extraordinario.
Para que me entendáis, ya que a mí también me costaba mucho entenderlo, os diré que os imaginéis esos días nublados, cargados de humedad, y que cuando caminas sientes el rocío o el chirimiri del agua cubriéndote el rostro, y el suelo se humedece, pero sin charcos, ¡pues así es casi todos los días del invierno!.
Y, como dicen que una imagen vale más que mil palabras, pues aquí os dejo una foto que hice desde la terraza de la casa en donde vivíamos, y el edificio que se ve es el "Pentagonito" así se le conoce popularmente al Cuartel General del Ejército, que se encuentra en el distrito de San Borja, la de la izquierda es en verano, y la derecha invierno.
Tengo una curiosidad que contar sobre la foto de la derecha, y es que cuando fui a recoger las fotos, a la tienda de revelados, vi que faltaban muchas fotos. El carrete era de 36 y habían unas 20, miramos los negativos y al ver que todos estaban bien le pregunté a la dependienta, el porqué no habían revelado las otras fotos, como por ejemplo la foto de la derecha, a lo que me dijo que era niebla y no se veía nada, y le contesté que yo había fotografiado la niebla, también en el carrete había una foto que le había hecho a una de las cabinas de teléfono que por aquél entonces había en el Perú, y cuando le pregunté por ella, sorprendida me dijo que era una cabina. No entendía que yo hubiese fotografiado una vieja cabina.
Y por ejemplo esta foto tampoco me la habían revelado, y fue por el hecho de que según ella no se veían las caras de las personas, y le dije que lo que yo había pretendido fotografiar era a los pingüinos. Eso también me dio a entender que allí los revelados los hacían manualmente, no como en España, que los metían en una máquina y salía todo las fotos buenas y las malas, que al final terminaban en la basura. Con el paso de los años, allí también se llegó a hacer lo mismo.
Restaurante Rosa Náutica - Isla del Callao
Esta foto también la debí de hacer en verano, ya que al fondo se ve la Isla del Callao y en invierno no se veían, recuerdo que cuando la vi por primera vez me sorprendió, ya que había paseado tantas veces por la Costa Verde y jamás la había visto.
Su nombre se le conoce por isla del Callao, porque se encuentra frente a este puerto, aunque su nombre es isla San Lorenzo, su suelo es muy árido, tan solo en invierno se cubre con vegetación de lomas. En el año 1835 Darwin la visitó, se sabe porque sus observaciones quedaron registradas en su diario de viaje.
Y lo que veis en el medio de la foto es el restaurante La Rosa Náutica, la de anécdotas que tengo de ese restaurante, y algunas de ellas, ocasionadas por algún que otro Pisco Sour, la deliciosa y típica bebida del Perú, que allí me tomé.
La Costa Verde
Según me contaron hubo un tiempo en el que había tanta vegetación y estaba tan verde que por ello se le conocía con el nombre de la Costa Verde.
Es lo primero que vi cuando aterricé, el chófer que vino a buscarnos nos llevó por allí ya que para él, esa era la ruta más bonita. Os diré que me desilusionó un poco, por su suelo tan árido, la falta de vegetación, la espesa niebla, y el olor tan peculiar que noté nada más descender del avión. Por aquél entonces se bajaba y subía a los aviones por las escaleras, y se accedía al aeropuerto caminando.Tiempo después descubrí que el olor procedía de una fábrica de harina de pescado que estaba en el Callao.
Limpiabotas
El hotel lo teníamos en Miraflores, uno de los 43 barrios que hay en Lima, bueno allí se les llama distritos, y esta imagen es la primera que vi cuando bajé del coche. Imagen que jamás había visto con anterioridad, había escuchado hablar del oficio de limpiabotas, pero nunca antes había visto a nadie realizando este trabajo, y la verdad es que me hizo mucha gracia. ¡Hasta llegué a sentarme para que me limpiasen los zapatos! El día que llegué no, lo hice tiempo después.
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