Cada vez que íbamos a Pamplona, me fijaba en esta casona, que se encuentra a la salida de Pamplona dirección Logroño. Si lo hacía era por su escudo, y siempre comentaba, tenemos que parar y fotografiarlo, pero nunca lo hacíamos.
Y un día, me quedé boquiabierta cuando la vi así
Y más al ver que también habían pintado su escudo heráldico. No entendía cómo les habían permitido hacer algo semejante.
Son varias las veces que este verano he pasado por delante de ella, y desde la moto he tratado de fotografiarla, pero cuando llegaba a casa veía las fotos y todas estaban movidas. Y cómo esta semana he estado en Pamplona, decidí ir expresamente a fotografiarla, ¡y no veáis la caminata que me dí! Me atravesé toda la ciudad, ida y vuelta, cuatro horas y media caminado.
Acabé agotada, pero mereció la pena, ya que no sólo fotografié esta casa, que en su día debió de ser una casa palacio, que también cuenta con un gran patio interior
Con puertas pintadas
Y en sus paredes grandes murales
Desde allí me fui a la Catedral de Pamplona, uno de los lugares que también tenía pendiente para visitar, y que un día de estos os mostraré.
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