Hoy Juan F. Morillo y Mayka nos llevan a callejear por Berlanga del Duero, villa española situada en la provincia de Soria.
Puerta Aguilera
Hubo un tiempo en el que para entrar a Berlanga del Duero se tenía que hacer por cuatro puertas, la de Aguilera, de la Hoz, de San Gil y de San Pedro. En la actualidad solo quedan dos de aquellas cuatro puertas y fue por esta puerta de estilo gótico con elementos renacentistas por la que Juan F. Morillo y Mayka accedieron al casco antiguo de Berlanga de Duero.
Plaza Mayor
Antiguamente se le conocía como plaza Santo Tomé, se trata de uno de los mejores ejemplos de arquitectura meseteña de las típicas plazas castellanas de la provincia de Soria.
Toda ella está porticada con postes de madera que se apoyan en una base de piedra
Las vigas de madera oscura, los balcones y el color de las paredes les confieren una belleza singular
Ayuntamiento de Berlanga de Duero
Este pueblo soriano, siempre ha sido considerado como uno de los pueblos más bonitos de España. ¿Sabías que el Cid Campeador fue su primer alcalde?.
Bajo el pavimento de la plaza Mayor se esconde una cripta, repleta de huesos humanos, realizada en piedra de mampostería y con arcos de ladrillo que se ha identificado como el osario de la antigua parroquia de Santo Tomé que estuvo situada en el lado noreste de la Plaza.
De su plaza Mayor arrancan las principales calles de la villa, donde también se pueden ver algunas casas blasonadas, otras con arquitectura castellana de ladrillo, piedra y vigas de madera o las tradicionales casas con soportales.
Palacio de los Bravo de Laguna
Casa Señorial construida en el siglo XVI, se le atribuye a la noble familia de los Bravo de Laguna. Su fachada es de traza renacentista exponente claro de influencia de los palacios italianos.
Colegiata de Santa María del Mercado
La obra de esta colegiata fue dirigida por Juan de Rasines en 1526 bajo el patrocinio de los señores de Berlanga María de Tovar e Iñigo Fernández de Velasco. Fue consagrada en 1530 antes de que se culminara su obra, un siglo después todavía no se había terminado. Finalmente quedó inconclusa ya que no se construyó ni el claustro ni las torres
Y una curiosidad es, que sobre un muro de la entrada de dicha colegiata, cuelga un ejemplar disecado de un caimán negro que Fray Tomás de Berlanga trajo de las américas. Se le conoce como "el lagarto" y se ha convertido en uno de los símbolos de la localidad, hasta el punto de que la pastelería El Torero ha creado unas pastas de té en forma de caimán, que llevan el nombre de "El lagarto de fray Tomás".
Palacio de los Duques de Frías
Este palacio del que tan sólo queda en pie su fachada y las dos torres de los extremos, se quemó durante la guerra de Independencia. El 4 de diciembre de 1980 fue declarado Monumento Histórico-Artístico. En la actualidad cuenta con el estatus de Bien de Interés Cultural.
Frente a su fachada se alza la estatua de fray Tomás de Berlanga (1487-1551), que profesó como religioso dominico en el convento de San Esteban de Salamanca.
Fray Tomás fue obispo de Panamá y también fue el encargado por el emperador Carlos V en las disputas entre Francisco de Pizarro y Diego de Almagro, tras la conquista de Perú. Fray Tomás fue un gran defensor de los indígenas y el primero en plantear la posibilidad de construir un canal que cruzase el istmo de Panamá. Tras renunciar a su obispado a los cincuenta años, regresó a Berlanga de Duero, donde falleció. Sus restos están enterrados en el suelo de la llamada "capilla de los Cristos" de la colegiata de Santa María del Mercado.
Rollo Gótico o Picota
Impresionante picota gótica, construida a finales del siglo XV. Era el elemento que indicaba que este villa tenía su propia jurisdicción y a la vez servía para castigar a los reos.
Está construida en piedra sobre una escalinata circular, que culmina con cuatro originales cabezas de leones que le separan del segmento más elaborado.
Su decoración recuerda a un pináculo gótico como los que culminaban las catedrales. En la cima se puede ver la figura de un león que sostiene un blasón liso con tres de sus patas y con la cuarta pata se tapa el ojo derecho.
Ermita de la Soledad
De estilo gótico del siglo XVI, con un rústico pórtico de madera que protege la doble entrada. La ermita fue realizada en mampostería su único adorno exterior es un escudo en el que se puede contemplar una bola del mundo coronada por una cruz.
Eran muchos los que antaño, acudían a este lugar para arrodillarse y pedir protección divina antes de emprender el peligroso camino hacia otros pueblos o ciudades. En esos tiempos tanto los mercaderes como los ciudadanos eran una perfecta presa para los salteadores de caminos.
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