Hoy Juan F. Morillo y Mayka nos llevan a callejear por Batea, el municipio "quijote" de la provincia de Tarragona que quiere ser aragonés.
En julio del 2017 su alcalde propuso un referéndum para que Batea dejara de ser parte de la Comunidad Autónoma de Cataluña y pasara a formar parte de la Comunidad de Aragón.
La primera vez que hubo una documentación de Batea aparece en el año 1153 en la donación de Ramón Berenguer IV a los integrantes de la Orden del Temple de Miravet.
El pueblo está situado sobre una colina de 376 m. próxima al río Algars, que hace frontera con las tierras de Aragón
Batea, hasta el siglo XIX estuvo rodeado por una muralla, y por ello se le conoce como la "villa closa", de esa muralla se conservan tres portales y algún muro
Callejeando por la Calle de Caballeros
Villa amurallada donde abundan las plazas y las calles porticadas
Es el segundo municipio más extenso de la comarca de la Terra Alta
Patrimonio Medieval
Existen restos de un pueblo ibérico en el Tossal del Moro de Pinyres
Iglesia Parroquial de San Miguel Arcángel de estilo barroco y neoclásico s. XVII
Reloj de Sol
Picaoprte
La viña es el elemento más destacado de Batea y sus cultivos ocupan más de la mitad de la superficie total del término municipal. Cuenta con más de 20 bodegas, y una ruta del "Vino de Batea".
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