domingo, 9 de abril de 2017

TISCAMANITA Y PUERTO CALERO - Fuerteventura


Juan  F. Morillo, me comenta que en medio del casco antiguo de Tiscamanita se encuentra una interesante vivienda tradicional en cuyo interior se puede conocer la importancia que tuvo durante siglos el gofio como base nutricional de los majoreros. Y qué mejor manera que a través de un recorrido por la historia de los molinos. Aquéllos con los que El Quijote luchó en los terrenos de Castilla y que en Fuerteventura sirvieron para moler grano y dar de comer a toda una Isla. A finales del siglo XVIII irrumpen en el paisaje majorero los molinos de viento: aprovechándose de los vientos alisios echaron sus aspas a rodar hasta que el cambio económico los dejó sin uso en la centuria pasada. Al lado del museo uno de ellos espera la llegada de visitantes a los que atrae con el olor a grano molido. Y no dejes de comprar un poco de gofio: el mejor recuerdo de una estancia en Fuerteventura.


Durante siglos los majoreros encontraron en el gofio el mejor aliado con el que paliar las duras hambrunas. En torno a este alimento se creó toda una cultura que en la actualidad se recuerda en el Centro de Interpretación de los Molinos en Tiscamanita,  en el municipio de Tuineje.

 Puerto Calero

Puerto Calero es un muelle deportivo de la Isla de Lanzarote, el primer puerto deportivo en la isla de Lanzarote que iniciado en 1986 se ha podido consolidar como uno de los puertos deportivos más exclusivos y modernos de toda España.  

La marina de Puerto Calero dispone de 420 amarres y cada uno de ellos  dispone de agua potable y electricidad constante. 


Para finalizar os dejo este original reloj de Sol que también él nos fotografió 

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