Iglesia de San Miguel
Esta vez es Juan F. Morillo quien nos lleva a callejear por Almazán, villa de unos 6000 habitantes, situada en el centro de
Castilla en un paraje de colinas repleta de restos históricos que recuerdan el
importante papel que jugó la villa en la época medieval. Pertenece a la provincia de Soria y forma parte de la diócesis de Osma.
Rodeada por extraordinarias construcciones monumentales, la Plaza Mayor
de Almazán se vislumbra como “plaza castellana” por excelencia.
El año 1068 Almazán es conquistada por los cristianos por
Alfonso VI de León, aunque poco después fue recuperada para al-Ándalus. Es a comienzos del siglo XII cuando Almazán
es definitivamente repoblada por la acción de Alfonso I el Batallador en 1128.
En 1158 Sancho III de Castilla crea en Almazán la Orden de
Caballería de Calatrava, entregándola al Abad Raimundo de Fitero que se
encargará como castillo fronterizo
cercano a Sierra Morena de mantener la frontera sur de Castilla
Escudo
Juan Hurtado de Mendoza en 1392 era Mayordomo mayor de
Enrique III de Castilla. El rey Enrique IV de Castilla le regala la villa y le
hace señor de la misma. Almazán era un marquesado del conde de Altamira, siendo
este un título entroncado en el linaje de los Hurtado de Mendoza. Los Reyes
Católicos visitaron Almazán en varias ocasiones.
En la villa murió el dramaturgo Tirso de Molina el 12 de
marzo de 1648, en el convento de la Merced y se supone que yace en el cementerio
conventual.
Murallas
Iglesia de Santa María de Calatañazor
Su ubicación en lo alto de una atalaya y al borde del río Duero, la
convierte en un espacio público con un valor paisajístico excelente y
privilegiado.
Yo también he estado en Almazán, y ya con anterioridad os hablé de ella. Si quieres ver cómo yo la vi pincha aquí.
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