Vista de Aguilar de Codés
Hoy nos vamos a recorrer el pueblo navarro de Aguilar de Codés, por la NA-7230 llegamos a este tranquilo pueblo que está asentado en una meseta a 731 metros de altitud, en la falda de la Sierra de Codés, en la Merindad de Estella, a 84,5 kilómetros de Pamplona, su capital.
El nombre del pueblo siempre ha sido Aguilar, que indica lugar alto. Por su situación este pueblo domina todos los pueblos vecinos.
Calle del Pueblo
La documentación más antigua que se ha hallado con su nombre está fechada en el año 1269 con el nombre de Aguilar de inso Maraynon (Aguilar de Abajo Marañón) que hacía referencia a la localidad vecina de Marañón situada en el llano.
En el año 1273 se le conocía como Aguilar y en 1366 fue cuando ya apareció con la variante Aguillar. Pero fue en el año 1910 cuando la Real sociedad geográfica añadió el apelativo de Codés, eso fue para así distinguirlo de otras poblaciones homónimas que existen en España, como Aguilar de Campoo, Aguilar de la Frontera, Aguilar del Río Alhama, a este Aguilar se le puso lo de Codés por su vecina Sierra de Codés.
Escudo heráldico
En dicha Sierra se encuentra el Monasterio de Codés al que los aguilarenses suelen acudir en romería en el mes de mayo.
Aguilar fue fundada por Sancho VII el Fuerte en el año 1219
Balcón florido
Su casco antiguo, está formado por tan sólo tres calles paralelas, la Calle la Solana, Calle las Eras y la Calle Mayor, esta última con edificios mayormente construidos en piedra, y conservando sus escudos heráldicos.
Los aventones, como también se les conoce celebran en febrero el jueves Lardero. En Semana Santa una procesión presidida por la Cofradía de la Vera Cruz
Y sus fiestas patronales en honor a San Cristóbal y Santa Bárbara a mediados de julio, y el 24 de agosto celebran San Bartolomé.
Ayuntamiento e iglesia de la Invención de la Santa Cruz, edificio medieval de estilo gótico S. XIV, su parte más antigua, en el siglo XVIII fue remodelada con añadidos barrocos.
El pueblo también cuenta con la ermita de San Bartolomé, de estilo románico tardío, y que fue restaurada por la Institución Príncipe de Viana. Otras ermitas son la de San Cristóbal, y la de San José
Allí me encontré con este vendedor ambulante, al que le compré varios kilos deliciosos melocotones
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