Hace poco os llevé a que conocieseis el Nacedero del Urederra en Navarra, pues ahora os voy a llevar a un lugar que a mí me encantó. Y tengo que deciros, que muchos son los que se van lejos, para poder ver desiertos y formaciones rocosas formadas por la naturaleza, pues tengo que deciros, que aquí también las tenemos, y como ya os comenté, a tiro de piedra desde La Rioja.
Se trata de las Bardenas Reales en la Comunidad Foral de Navarra, muy cerca de Tudela. Este parque natural está declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO. Nada más llegar allí, pudimos ver esta gran extensión de tierra con una gran belleza.
Bardena Negra
Entre caminos asfaltados y otros de tierra, recorrimos sus algo más de 30 Km. a la vez que admirábamos las diferentes formaciones producidas por la erosión de sus suelos de arcilla, yeso y arenisca
Figuras que parecen de otro planeta
Para los amantes del senderismo o el ciclismo, el parque cuenta con muchas sendas, todas ellas señalizadas, en donde se puede pasear por sus barrancos, mesetas y sus cerros llamados "cabezos"
El desierto de las Bardenas, se diferencia por dos zonas, la Bardena Blanca y la Bardena Negra
Bardena Blanca
Es la zona más desértica, su relieve se caracteriza por profundos barrancos que bordean el camino y sus grandes cabezos sobresaliendo.
Debe su nombre a la presencia de sales blanquecinas que se extienden por su superficie, esto es debido a la abundancia de yeso en su suelo.
Bardena Negra
Formada por mesetas de diferente altitud cortadas por ríos que corren en el fondo de los barrancos, esta parte de las Bardenas está cubierta de vegetación.
Al final de nuestro recorrido, pudimos ver esta gran estatua en honor a los pastores que hacen la trashumancia,
La Bardena ha tenido una singular relación con el hombre, en ella se han desarrollado diferentes oficios que han sido los que han acompañado al ser humano desde la prehistoria, como el pastoreo que se complementa con la trashumancia desde los valles pirenaicos
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